LA ROMERÍA


Mayo, mes “florido y hermoso” es mes primaveral unido tradicionalmente al canto, a la juventud, y al amor.
Unido también a la figura de María que es venerada especialmente en este tiempo de las flores a ella dedicado. En Herencia son famosos los mayos, popular canto manchego, que en Herencia nació unido a la veneración de la Virgen de las Mercedes en el camarín de su iglesia conventual.
Por ello no es de extrañar que el último fin de semana de este mes se tenga la acostumbrada romería y fiesta en honor a la Virgen de la Cabeza.
La imagen es traída desde su ermita hasta el convento mercedario. Aquí se tiene una novena o triduo como preparación a su fiesta. Especial significación tiene el Sábado por la tarde cuando, tras la celebración de la eucaristía, la Virgen sale en solemne procesión por las principales calles de la localidad, acompañada por los Padres Mercedarios, por su Hermandad, por la Peña de Los Peregrinos, y por miembros de otras Hermandades de la Cabeza que, como invitados, acuden año tras año a la fiesta. El Domingo, romero y serrano, amanece muy temprano, a las siete de la mañana se organiza la procesión acudiendo en peregrinación hasta su ermita situada a cinco kilómetros de distancia. Un recorrido por los fértiles huertos herencianos, salpicados de viñas y olivares. Al llegar la mirada se funde con el verdor de la sierra y el olor a tomillo, jara y romero lo invade todo. Allí se tiene la misa cantada y las familias acuden en masa a celebrar y festejar este día, degustando los asados y otros productos de estas tierras. La ermita permanece abierta hasta bien entrada la noche con un continuo trajín de gentes, que oran y suplican ante la Virgen o adquieren el hornazo, uno de los dulces más típicos de la zona.


Fuente: Mario Alonso Aguado y Claro Manuel Fdez-Caballero Martín-Buitrago